Ayuntamiento de Benicàssim
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Will Be Lost in Time podrá ser visitada en compañía del propio autor el 28 de noviembre a las 19 horas bajo cita previa
Hasta el 8 de diciembre, la Sala Expositiva Melchor Zapata de Benicàssim acogerá la obra del artista valenciano Eduardo Nave bajo el título Will Be Lost in Time. La exposición es un ensayo fotográfico inspirado en el universo creado por Philip K. Dick en su novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? En el que conceptos como tiempo y espacio hacen dudar del umbral de lo infinito, especialmente cuando se enfocan dos perspectivas inicialmente antagónicas que terminan por confluir: la de un ser humano y la de un replicante.
El artista explora ese paralelismo entre los límites del tiempo y de la vida, ejercer el derecho a habitar un espacio que suspende el instante a través de la fotografía. Eduardo Nave, es Técnico Superior en Fotografía por la Escola d’Art i Superior de Disseny de València, fue miembro del colectivo NOPHOTO. Sus proyectos personales, que han recorrido buena parte de España, exploran lugares donde ocurrieron hechos relevantes y cómo los espacios guardan recuerdo de lo que allí sucedió.
Dentro de la apuesta del consistorio por acercar el arte y la cultura a los niños y niñas de Benicàssim, se han programado visitas comentadas a la exposición de Eduardo Nave, donde la infancia benicense recorrerá la sala expositiva municipal desde una presentación adaptada al alumnado de los colegios de la localidad y el instituto. Además, la exposición podrá ser visitada jueves y viernes, de 17 a 20 horas, sábados, de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas y domingos, de 11 a 14 horas. Habrá una sesión abierta al público en la que el propio autor hará la visita comentada el jueves 28 de noviembre a las 19 horas, previa reserva en el mail cultura@benicassim.org, en la propia Casa de la Cultura o el teléfono 964 30 45 65.
Según el ensayo de la divulgadora fotográfica, Isabel Hernández Gómez, la exposición “Will Be Lost in Time se desplaza por los entornos futuristas de Tokio, escenario ideal para cuestionar la relación entre lo humano y lo artificial. Tokio, una de las ciudades tecnológicamente más avanzadas, es un lugar donde la modernidad se codea con lo ancestral, y donde el flujo de personas y máquinas crea una atmósfera de anonimato. En estas fotografías el tiempo parece suspendido, como si el bullicio de las calles y los rostros de los transeúntes quedaran atrapados en un extraño bucle que nos obliga a mirar dos veces. Pero detrás de esa calma aparente surge una pregunta: ¿qué nos define como humanos cuando todo lo que nos rodea es efímero y reemplazable?”.
La investigadora concluye que, el ensayo visual de Eduardo Nave, “es una meditación sobre lo que significa ser humano en una era donde el tiempo parece escapar de nuestras manos. Su mirada nos obliga a enfrentarnos no solo a la fragilidad de la memoria, sino a la vulnerabilidad de nuestra propia existencia. Nave nos invita a detenernos en medio del flujo constante, a observar lo efímero y a reflexionar sobre lo que realmente dejamos atrás. En ese instante suspendido, entre la captura y la inevitable desaparición, vislumbramos la esencia de lo que nos define como humanos, conscientes de que, al final, todo se perderá en el tiempo, pero no sin antes haber sido contemplado”.